Fusion y terapia focal

Fusion y terapia focal

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viernes, 25 de septiembre de 2015

¿Qué es el tratamiento focal del cáncer de próstata?

La terapia focal propone tratar el cáncer de próstata con un enfoque similar al de otros cuadros malignos sólidos en órganos. El tratamiento se dirige a la zona del cáncer y a los tejidos normales circundantes, con el fin de preservar tejido y, como consecuencia, la función del órgano. Al evitar dañar la totalidad de la próstata, el riesgo de daño a los nervios, músculos, esfínter urinario, vejiga y recto vecinos puede reducirse considerablemente.
Existen diferentes fuentes de energía que podemos emplear , principalmente HIFU y Crioterapia

HIFU (High Intensity Focused Ultrasound), fue desarrollado a principios de 1990 por el Inserm (Instituto Francés de Investigación Médica), HCL (Lyon University Hospitals) y EDAP TMS, se ha utilizado de forma rutinaria durante más de 20 años en todo el mundo con más de 40.000 tratamientos realizados en 3 generaciones de dispositivos comerciales: Ablatherm® Maxis (1993 a 2005), Ablatherm® integrada por imágenes (desde 2005) y focal One® (desde 2013) para tratar el cáncer de próstata mediante la creación de una necrosis de coagulación precisa e irreversible del objetivo tejido mientras que preserva el tejido circundante.

En 1996, la crioablación de la próstata fue reconocida con una opción de tratamiento para el cáncer de próstata por la Asociación Americana de Urología (AUA) y dejó de considerarse como experimental. La criocirugía prostática consiste en la congelación in situ y controlada del tejido prostático con la finalidad de producir la ablación de una parte o de toda la glándula prostática para conseguir la erradicación de la enfermedad y al mismo tiempo conservar la integridad anatómica de las estructuras vecinas.7Los efectos destructivos de la criocirugía pueden agruparse en dos mecanismos: daño celular y daño vascular.

La terapia focal en el cáncer de próstata se está mostrando como una fuerte alternativa al tratamiento radical ya que podría preservar la función sexual y continencia urinaria. Sin embargo, son necesarios estudios de validación a gran escala para poder ofrecerla de manera estandarizada

¿Qué esperan los pacientes diagnosticados de Cancer de Prostata?

El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común en los hombres de Cataluña (afecta a 1 de cada 6) y el tercero que más frecuentemente provoca la muerte (después del cáncer de pulmón y el de colon y recto). Sin embargo, menos de 3 de cada 100 hombres mueren por esta causa, dado que la enfermedad suele crecer muy lentamente.

El tratamiento puede curar la enfermedad. En algunos hombres tratados, desaparece para siempre, pero en otros puede detenerse y, eventualmente, crecer de nuevo.

Si no se trata, el cáncer se puede extender a través de la sangre o de los ganglios linfáticos a otras partes del cuerpo, como los huesos, la vejiga o el recto. También puede llegar a diseminarse al hígado, los pulmones o el cerebro. Sin embargo, se calcula que en 9 de cada 10 casos la enfermedad no se extiende más allá de la próstata y, por tanto, se conoce como cáncer localizado de próstata.

La medicina todavía no ha podido determinar cuál es el mejor tratamiento para el cáncer de próstata localizado. Tanto el pronóstico (probabilidad de recuperación) como las opciones de tratamiento dependen de múltiple factores.
Por todo ello, cuando a un hombre se le diagnostica cáncer de próstata y es evaluado como de "bajo riesgo" o "etapa inicial", pasa por un primer período de incertidumbre y buscará información y consejo.

Al elegir opciones radicales, el paciente tendrá que aceptar un determinado nivel de probabilidad de alteración de su calidad de vida debido a los efectos secundarios, sobre todo, disfunción eréctil e incontinencia urinaria.

Al elegir el enfoque de “vigilancia activa”, el paciente debe aceptar vivir con un cáncer de próstata y someterse por un tiempo a seguimiento (pueden ser años), realizar cada cierto tiempo algunas pruebas médicas como la prueba del PSA, exámenes clínicos, biopsias, MRI, etc. El paciente iniciará el tratamiento cuando el urólogo evalúe que el cáncer ha avanzado y que ha llegado el momento de no seguir esperando, sino de intervenir

A menudo, el paciente no quiere sufrir los efectos secundarios de un tratamiento y no quiere esperar desde el momento del diagnóstico, incluso en etapa inicial, a recibir algún tipo de tratamiento.

¿Qué es la biopsia por fusión?

Mediante una biopsia se extrae una muestra de tejido del cuerpo y luego se observa con un microscopio. Una biopsia por punción con aguja gruesa es el principal método usado para diagnosticar el cáncer de próstata.

La biopsia clásica dura aproximadamente 10 minutos y por lo general se realiza en el consultorio del médico. Es probable que se le administren antibióticos antes de la biopsia, y posiblemente por un día o dos después del procedimiento para reducir el riesgo de infección.

Aun cuando se toman muchas muestras, las biopsias pueden algunas veces pasar por alto el cáncer si ninguna de las agujas de la biopsia lo alcanza. Esto se conoce como resultado negativo falso. Si su médico sigue teniendo mucha sospecha de que usted tiene cáncer de próstata (por ejemplo, debido a que su PSA está muy elevado), es posible que sea necesario repetir la biopsia para ayudar a confirmar si hay o no cáncer.

El nuevo estándar en imágenes de la próstata para la detección del cáncer es la Resonancia magnética multiparamétrica. Hasta ahora, los urólogos no han sido capaces de utilizar eficazmente esta información específica para guiar su toma de biopsias. Los sistemas de fusión están cambiando esto con herramientas potentes pero fáciles de usar para la fusión de imágenes entre RNM y ecografía transrectal para la orientación de la biopsia.

En primer lugar, con la RNM se obtienen imágenes de la próstata donde podemos apreciar las zonas con alta, baja o ninguna sospecha de que haya un tumor en la próstata. Después, a la hora de realizar la biopsia, en un ecógrafo adaptado se introducen las imágenes obtenidas en la resonancia. Esto permite marcar las zonas de la próstata donde hay sospechas de que esté el tumor. Finalmente se procede a hacer la biopsia, por vía perineal (evitando el recto ). De ese modo, se logra aumentar a más del doble la precisión de los resultados finales y solo se realizan los pinchazos imprescindibles, dirigidos directamente a la zona donde se sospecha que está el cáncer.